Somos Olivia y Max, dos de los muchos perretes que tú cuidas con mimos, miradas dulces y voz suave.
Nos hemos enterado que estás malita y estamos tristes. Nos gustaría acariciarte con nuestra trufa húmeda y darte besitos en las orejas. Demostrarte que te queremos, que nos caes bien, que siempre tendrás nuestro cariño perruno. Anímate y no te rindas!
Fíjate en nosotros. Estábamos tirados en la calle, maltratados - tú lo estás por tu enfermedad- y ahora sonreímos todo el rato, no con la boca, ya sabes, pero sí con nuestros ojos y nuestro corazón.
Besitos en las orejas de Max y Olivia.
P.D Las vacunas parece que duelen más cuando tú no estás.
Esta carta se la escribimos a nuestra querida Diana hace un año. Se la leyeron por teléfono porque estaba lejos recibiendo quimio y luchando con todas sus fuerzas. Ese invasor que se la llevó también nos ha robado un poco de nuestro corazón porque la queríamos mucho, personas y perretes.
Yo no la conocía de nada, pero me hablaron tanto de ella que me llego al corazón su muerte....
ResponderEliminarYo no la conocía de nada, pero me hablaron tanto de ella que me llego al corazón su muerte....
ResponderEliminarCuando es tan difícil encontrar personas que valgan la pena Diana sobresalía con su generosidad, empatía, saber estar...qué más puedo decir.
EliminarAún escribiéndolo se me llenan los ojos de lágrimas.
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ResponderEliminarLo siento, Josela. Siempre quedará su huella.
ResponderEliminarSu forma de ser era muy relajante. Por mi parte siempre la tendré en mi corazón.
EliminarGracias Dr
Un beso
Mucho ánimo, Josela.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Hoy Olivia y yo pasamos por delante de la clínica y me dio un pronto de rabia, de que no es justo, j...Con todas las letras!
EliminarGracias Angie