De esa guisa estaba plantado frente al estante- más bien estantes- de la harina en el supermercado cerca de casa.
Su tarea diaria era la compra del periódico y del pan, pero vio a Flora tan ajetreada con la cena de nochebuena que se ofreció a ayudarla, a pesar de que la cocina nunca fue su fuerte, únicamente se defendía con la tortilla de patata, que según hijo y nietos estaba de rechupete. Claro, esa noche eran otros los manjares. Pero puso la mesa, en el tocadiscos giraba Frank Sinatra, paseó a Amanda, la perra de la familia, y ahora para la tarta de peras no llegaba la harina.
Fue quitarse las zapatillas de paño y en un santiamén estaba en el súper. Ay, no fue tan fácil la elección de la harina. Por lo menos había una docena distintas. Pero es posible? Pongamos a analizar la cuestión. Es para tarta así que será de repostería, pero de ellas había cuatro diferentes. No tuvo más remedio que echar mano del móvil y consultárselo a Flora. Ya, la que tiene levadura y es la marca del supermercado. Solucionado. Hacía años en la tienda de barrio de Manolo y Tomasa, pedías un kilo de harina y, a tiro fijo porque solo tenían una.
Con el azúcar no tuvo problema porque ahora solo usaban del moreno. Al té que preparaba él por la tarde antes de salir a pasear, le iba muy bien ese azúcar o miel. Se habían acostumbrado a la infusión y una tostada o un trozo de bizcocho, y luego zapatilla!
Subía las escaleras de su casa preguntándose si vendría su nieto favorito, Guillermo, con él se ponía al día en avances científicos, de internet, móviles, libros. En las últimas navidades le había regalado un kindle con muchos libros. Él que trabajó toda su vida con papel ahora disfrutaba leyendo libros en un aparatito. La vida!
Entrañable escena, rezuma amor y azúcar moreno...
ResponderEliminarSí me ha salido un poco empalagoso el relato, pero qué le voy a hacer, estoy en un momento dulce.
ResponderEliminarBesos
Hay un toque sutil de entrañable nostalgia en tus textos que los hace muy conmovedores a pesar de que traten temas aparentemente inocuos.
ResponderEliminarFelices fiestas y todo eso.
Ay qué bien lo dices Dr!
EliminarSon detalles que percibo cada día y que se convierten en relato sin quererlo.
Menos cuatro grados esta mañana! Las lucenses tenemos un cutis sin una arruga. Jugamos con ventaja, con este frío!
Besos